VALENCIA, 24 FEB. (AVAN).- El Servicio Audiovisual Diocesano del Arzobispado de Valencia ha realizado un documental sobre el milagro eucarístico de los Sagrados Corporales de Llutxent, que fue uno de los motivos que impulsó al Papa Urbano IV a instituir en toda la Iglesia la fiesta del Corpus Christi.
El vídeo, de unos veinte minutos de duración, ha sido realizado con motivo del Día Jubilar que vive la localidad de Llutxent por el Año Santo Eucarístico del Cáliz de la Pasión, en el día de la fiesta del Misterio de los Corporales.
El documental narra la aparición milagrosa de varias formas consagradas ensangrentadas tras un ataque musulmán a las tropas del rey Jaime I mientras participaban en una misa el 24 de febrero de 1239.
Las cámaras del Servicio Audiovisual Diocesano recorren la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Llutxent, la iglesia monasterio del Corpus Christi, el castillo de Chío, ante el que ocurrieron los hechos, y la ermita de la Consolación.
En el documental intervienen Edwing Anaya Castellanos, párroco de Nuestra Señora de la Asunción; Rafael Canet Canet, cronista de Llutxent; y Eusebi Moreno, celador de la ermita de la Consolación.
El vídeo se ha publicado hoy, 24 de febrero, fiesta del Misterio de los Corporales de Llutxent, en el canal de Youtube oficial de la Archidiócesis de Valencia, donde también pueden verse los documentales sobre los milagros eucarísticos del Niño Jesús del Milagro de Alcoi y de la Venerable Inés de Moncada.
Llutxent es una de las seis localidades de la diócesis de Valencia donde tuvo lugar un milagro eucarístico. En el marco del Año Jubilar Eucarístico del Cáliz de la Pasión, inaugurado el pasado mes de octubre por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, las parroquias de estas localidades son declaradas templos jubilares durante el día que celebran la fiesta de conmemora cada milagro eucarístico.
Un ataque enemigo suspendió la misa y el capellán ocultó las formas
La fiesta del Misterio de los Corporales recuerda la aparición en Llutxent, el 24 de febrero de 1239 ,de varias formas consagradas ensangrentadas, tras un ataque musulmán a las tropas del rey Jaime I cuando el capellán de las tropas, Mateo Martínez, natural de Daroca, celebraba la misa y había consagrado ya varias formas destinadas a la comunión.
El ataque obligó a suspender la misa y el capellán ocultó las formas, que ya estaban consagradas, en un pedregal del monte, envueltas en los corporales. Rechazado el ataque del que salieron los cristianos victoriosos, pidieron al sacerdote que les diera la comunión en acción de gracias.
El capellán fue al lugar donde las había escondido y se encontró las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los corporales. Los comandantes tomaron este hecho como una señal divina e hicieron que el sacerdote levantara el corporal, manchado de sangre, como un estandarte. Hoy se veneran en la localidad zaragozana de Daroca, de donde era natural el capellán.